ENTREVISTA MATCH-UP 03: Cristina Ortuño – Oficina de la Energía

ENTREVISTA A CRISTINA ORTUÑO. Marzo 2020


Cristina es Trabajadora Social y es la encargada del área del Derecho a la Energía en la Oficina de la Energía de València.

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No sólo queremos ayudar a reducir la cuantía y el consumo de las facturas energéticas, sino también mejorar las condiciones de habitabilidad y aumentar los niveles de confort en los hogares

¿Qué acciones estáis desarrollando desde el Área de Derecho a la Energía de la Oficina?

Desde el área de Derecho a la Energía dirigimos nuestras actividades a intervenir con hogares en situación de vulnerabilidad o empobrecimiento energético derivados desde los doce Centros Municipales de Servicios Sociales del Ayuntamiento de València. Actuamos a través de citas de asesoramiento, información, orientación y acompañamiento sobre las gestiones energéticas, desde el Bono Social de electricidad hasta pautas para optimizar el consumo y las facturas. También realizamos intervenciones en hogares en situación de vulnerabilidad, con el objetivo de que los usuarios ahorren en sus facturas energéticas, en su consumo energético, mejoren el confort de su hogar y conozcan sus derechos como consumidores de energía.

¿Con qué situaciones te has encontrado?

Acuden personas en diversas situaciones, desde situaciones más leves hasta casos más graves que en algún momento han sufrido un corte de suministro. Normalmente trabajamos con usuarios que acuden a Servicios Sociales porque necesitan solicitar ayuda para el pago de la electricidad, agua o gas. Puede tratarse de deudas elevadas o más pequeñas, en cuyo caso los Servicios Sociales son los encargados de proteger a los usuarios de un posible corte de suministro y en el caso de que sea necesario, tramitar las ayudas correspondientes para el pago de la deuda. Una vez tengan concedidas las ayudas, desde al Área de Derecho a la Energía trabajamos a medio plazo, para optimizar facturas, y más a largo plazo, con consejos y formación para que el usuario sea consciente de realizar un uso adecuado de la energía, conozca sus derechos energéticos, y pueda mejorar la confortabilidad de su hogar.

También hemos intervenido en casos más urgentes, con situaciones sobrevenidas, por ejemplo, el caso de una familia con un hijo menor que no disponía de electricidad desde hacía más de dos meses: dos meses, con un niño muy pequeño, sin poderse duchar con agua caliente, calentando el agua y cocinando con un hornillo, etc. Estaba desesperado.

Normalmente, a través de un convenio con las distribuidoras, el Ayuntamiento puede solicitar la paralización del corte y facilitar el pago de una parte de la deuda a través de un plan de pagos, pero no fue el caso ya que la persona no era el titular del contrato de la luz y la comercializadora no era la conveniada con el Ayuntamiento por lo que desde Servicios Sociales nos derivaron a la persona.

Aquí les ayudamos a solicitar un alta nueva, a su nombre, con la comercializadora conveniada con el Ayuntamiento. A la vez, les ayudamos a tramitar el Bono Social eléctrico, se optimizó la factura, y a los dos días ya tenía luz en su vivienda.

¿Puede acudir a la Oficina de la Energía cualquier persona en situación de vulnerabilidad?

Puede venir cualquier persona. En el caso de una persona que corre el riesgo de sufrir un corte de suministros por impago y/o por acumulación de deuda, derivamos al Centro Municipal de Servicios Sociales para que a corto plazo actúen allí. Luego podrá volver a la Oficina para trabajar más a medio y largo plazo.

¿Realizáis actividades en las viviendas?

Sí, lo que hacemos son intervenciones en los hogares. Hacemos tres intervenciones en las que realizamos una auditoría energética, elaboramos un plan de intervención individualizado donde se incluye un kit de eficiencia energética a través de micro-medidas como la instalación de bombillas LED, elementos para mejorar la estanqueidad y el aislamiento de la vivienda, como burletes, film efecto doble vidrio para las ventanas, etc. Siempre personalizadas para cada hogar.

La intervención siempre es personalizada y se diseña en función de las características del hogar, pues el kit puede incluir bombillas, pero también otros dispositivos que encajen mejor en la vivienda que estamos asesorando. Por ejemplo, en el caso de una vivienda sin puntos de luz funcionantes, optamos por un tubo fluorescente móvil que se podía conectar al enchufe de la luz en cualquier ambiente de la casa. En la misma vivienda, nos encontramos con una ventana rota y en el kit incluimos cinta autoadhesivapara minimizar las corrientes de aire, pero también asesoramos a la familia sobre sus derechos como inquilinos, y la posibilidad de acudir al propietario de la vivienda para cubrir el daño.

Con lo que tenemos, hacemos, y es también una forma de mostrar que con muy poco dinero se pueden introducir cambios y obtener mejoras en las condiciones de habitabilidad de la vivienda.

No sólo queremos reducir la cuantía y el consumo de las facturas energéticas, sino también aumentar los niveles de confort en los hogares.

¿Los usuarios son conscientes de estar sufriendo una condición de empobrecimiento energético?

Yo creo que sí son conscientes, pero es un círculo vicioso: muchos de ellos no solo tienen dificultades para pagar suministros, sino que tienen dificultades también para pagar el alquiler, la hipoteca, la comunidad, la alimentación. Están muy centrados en poder pagar las facturas de la electricidad, y no le dan el suficiente peso a que lo están pasando mal en su vivienda, a no poder disfrutar de un confort térmico adecuado.

Hemos visto muchos casos de desperfectos en la vivienda que empeoran la situación, disparando los consumos (electrodomésticos que no funcionan adecuadamente, ventanas rotas que empeoran el aislamiento térmico, etc), pero la gran mayoría no se atreven a solicitar que se cubran unas condiciones de habitabilidad y confort mínimos. “No le digo nada al casero porque le debo un mes”, “Ya tengo suerte con poder ir pagando las facturas”, son frases que escuchamos a menudo.

Creen que su derecho a estar bien en sus casas está en un segundo plano, derecho a vivir en condiciones de confort adecuadas, con unos electrodomésticos que funcionen, en resumen, con unas instalaciones que cumplan un mínimo de calidad.

¿Qué crees que se debe hacer para garantizar el Derecho a la Energía?

Para mí se debe formar e informar, ya que la información es poder: cualquier persona que es capaz de hacer cambios energéticos, está capacitada para hacer cambios en muchos más aspectos de su vida y este es el objetivo que desde la Oficina queremos conseguir.

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