ENTREVISTA MATCH-UP 08: La aplicación SHEMS

ENTREVISTA con el Instituto Tecnológico de la Energia (ITE). JUNIO 2021


 

Juan Pablo González Gutiérrez, Ingeniero Industrial en el ITE

“Con la ayuda de esta aplicación se pretenden modificar los hábitos de las personas usuarias, mediante una serie de recomendaciones personalizadas que la aplicación ofrecerá a cada participante”

1. ¿Cómo funciona el SHEMS, qué datos entran en él y que hace la aplicación con esos datos, en qué los traduce?

SHEMS es el nombre de la aplicación informática que hemos desarrollado en el Instituto Tecnológico de la Energía. Es una aplicación para móviles Android a través de la cual los participantes en las acciones del proyecto MAtchUP de rehabilitación de viviendas, o simplemente aquellas personas que quieran, se informan sobre cuáles son los consumos energéticos de sus hogares y cuáles son las emisiones de CO2 que tienen asociadas a los mismos.

Además, con la ayuda de esta aplicación, se pretende modificar los hábitos de las personas usuarias. Esto se hace mediante una serie de consejos personalizados que la aplicación ofrece a cada participante.

Aunque ha sido diseñada fundamentalmente para trabajar junto con unos sensores que se van a instalar en diversas viviendas del Distrito Marítimo, también es posible participar sin necesidad de tener sensores.

 

2. ¿Qué tipos de datos se gestionan en esta aplicación?

Hay tres tipos de datos. Unos son los que aporta el propio usuario a través de la app, y que, en líneas generales, es información sobre qué hay en la vivienda, qué tipo de electrodomésticos y dispositivos para la calefacción, para la climatización, para su iluminación, etc. Una segunda categoría son los datos que obtenemos de la Agencia Española de Meteorología, básicamente la temperatura y la humedad que hay en la ciudad en cada momento. Y el tercero son los consumos energéticos tanto de la vivienda en general y también de los aparatos y sistemas que tenga. Si dispone, por ejemplo, de generación de energía fotovoltaica o de aerotermia, de bombas de calor o incluso de baterías, a través de unos sensores que se instalan en la vivienda, la app recibe la información de su consumo.

 

3. ¿Hay cierta información que no viene recogida desde los sensores, como por ejemplo, los electrodomésticos que están instalados en la vivienda o incluso el consumo en el caso de usuarios que no tienen sensores instalados. En este caso ¿los datos son introducidos directamente por el usuario?

El programa, para desarrollar su función, necesita tener datos de consumo. Sin datos de consumo se queda sin “alimento” y no puede hacer nada. Esos datos pueden venir de los sensores que tengan instalados o, si no, tiene que ser el propio usuario el que puede introducir los valores de consumo a través de la app. Lo más habitual es que los obtenga a través de la factura eléctrica o de la factura de suministro energético que sea. Pero, incluso teniendo los sensores instalados, el programa requiere un conocimiento de cómo se consumía o cuánto se consumía antes de que hubiera sensores instalados. Estos datos los tiene que introducir el usuario si dispone de ellos. Si no se dispusiera de ellos, como ocurre con las viviendas que son de nueva construcción, entonces es el propio SHEMS el que basándose en la información sobre el tipo y cantidad de electrodomésticos y el tipo de climatización, es capaz de desarrollar una “línea base”:  un supuesto de consumos, algo que no existía, pero que va a servir de referencia para luego medir si lo estás haciendo bien o no.

 

4. ¿Podríais contarnos cuál es el viaje que realizan los datos desde los sensores que el proyecto MAtchUP está instalando en diversas viviendas rehabilitadas del Distrito Marítimo?

Las medidas que captan los sensores se envían directamente a la Plataforma Ciudadana de València (VLCi) a través de un camino independiente que no requiere disponer de wifi en la vivienda. Los sensores son autónomos en esta comunicación y mandan los datos a la plataforma con una frecuencia de 15 minutos. Desde esta plataforma se descargan los datos a los servidores del Instituto Tecnológico de la Energía, donde se realiza el tratamiento de los mismos de manera individualizada para poder devolver la información a cada usuario a través de la propia app.

 

5. ¿Cómo es la devolución de la información al usuario?

La app envía al usuario, no sólo recomendaciones, sino también avisos en tiempo real. Por ejemplo, un usuario puede recibir información sobre si se ha dejado las luces encendidas en una estancia que está vacía o si ha ajustado el termostato a una temperatura que no es lógica, teniendo en cuenta la temperatura exterior que existe en ese momento.

 

6. ¿Qué tipo de sensores se están instalando en las viviendas y qué información recogen?

Digamos que hay dos tipos de sensores que recogen datos. Unos recogen información sobre el consumo eléctrico de la vivienda. Estos datos son esenciales, tienen que estar siempre. Después se está instalando también un sensor múltiple, el llamado sensor ambiental, que mide la iluminación, la temperatura, la humedad y la presencia en la estancia en la que se encuentra instalado, que normalmente va a ser, la sala de estar o la sala en la que más vida se haga. Luego, adicionalmente, y dependiendo de que tengas otro tipo de equipos, como bombas de calor o una instalación de energía solar, sea térmica o sea fotovoltaica, o incluso si tuvieras baterías, se requieren sensores adicionales para cada uno de estos dispositivos.

7. ¿Esas recomendaciones se originan de forma automática o hay alguien detrás que está analizando los datos y luego escribe las recomendaciones?

El equipo de personas que ha desarrollado el sistema ha generado una extensa librería de recomendaciones que permite respuestas automáticas en función de la información que dispone y de las lecturas de los sensores. El sistema es capaz de seleccionar dentro de la librería de recomendaciones, cuáles son aplicables y son útiles para la persona usuaria. Son recomendaciones personalizadas, pero están automatizadas.

 

8. ¿Con qué frecuencia se reciben más o menos las recomendaciones?

Esta es una pregunta interesante, porque hay que buscar el equilibrio entre no agobiar a la gente y que no se olvide de la aplicación. En la actualidad lo tenemos ajustado a que se recibe una vez al mes, pero está en función del desarrollo del proyecto. Puede ir evolucionando. La manera en que la aplicación trabaja, es que te va dando recomendaciones y te permite aceptar o rechazar. Por ejemplo, me puede llegar una notificación respecto a que debo procurar utilizar la iluminación natural y mantener las persianas levantadas, y yo en ese momento debo de decir si la acepto o no la acepto. Si la acepto y la voy a llevar adelante, lo digo y ya no me lo va a volver a recomendar. Pero si la recomendación no me parece adecuada o no la quiero llevar a cabo en ese momento y la rechazo, pues el programa insistirá, no de manera continua, pero sí algunas veces a lo largo de toda la duración del proyecto.

 

9. ¿Puedes darnos algún ejemplo de las recomendaciones que se reciben?

Está la recomendación del ajuste de los termostatos a una temperatura que sea óptima. Hay unos márgenes para la temperatura de verano y unos márgenes para temperatura de invierno que no se deben sobrepasar. Además, el programa en este caso no solamente te va a recomendar como debes de ajustar el termostato, a qué temperatura, sino que, si tienes un sensor ambiental, va a vigilar si esto lo estás haciendo de verdad o simplemente has dicho que lo vas a hacer.

Ésta es una de las recomendaciones más fácilmente controlable por el programa, pero hay otras que no. Las hay más generales, como podría ser el cambio de ventanas por unas de acristalamiento doble, la compra de un frigorífico con una eficiencia energética de categoría A++, acciones que tiene que ser la persona usuaria quien diga si puede o no llevarlas a cabo, pero que van a ser difícil de comprobar.

 

10. En el contexto del proyecto MATchUP se recogen muchos datos que llegan a la Plataforma Ciudadana de València (VLCI). En vuestro caso, ¿cuál pensáis que puede ser el beneficio para la ciudadanía y las persona usuarias de tener acceso, ver y visualizar este tipo de datos?

A veces los técnicos tenemos la tentación de tratar de obtener muchos datos, y caemos en el error de pensar que cuantos más datos, mejor. Pero resulta que muchas veces no sabemos muy bien qué hacer con todos los datos que hemos conseguido. Por nuestra parte, lo que hemos intentado en MACTHUP, y concretamente con el SHEMS, es tener muy claro que el objetivo es conseguir ahorro energético en viviendas y va dirigido a un usuario muy concreto, que son lógicamente los residentes en las viviendas. En este caso, incidimos en conseguir este ahorro fundamentalmente mediante el cambio del comportamiento del usuario, intentando enseñarle buenas prácticas. Lógicamente cada usuario parte de un nivel de concienciación y de práctica diferente. Un usuario medio, no tiene que ser uno que sea especialmente descuidado con los consumos de la energía, siguiendo este tipo de prácticas, puede conseguir hasta un 10 % de ahorro. Este porcentaje de ahorro no se basa en la comparación de consumos entre un año y el anterior, sino que se basa en la comparativa entre el ahora y lo que el usuario habría consumido de haber seguido comportándose como lo hacía en el pasado. Esto es importante para que la estimación de ahorro sea objetiva, sobre todo si hay variaciones en el clima.

Como elemento de dinamización y para animar a la gente a utilizar la aplicación y a involucrarse, se ha generado una especie de competición. De manera anónima, cada participante sabe en qué posición de esa competición se encuentra, si es de los más ahorradores y eficientes, o si se encuentra en la zona más baja.

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